Nubes. Preguntas frecuentes
¿Cuánto pesa una nube?
Peggy LeMone, científica del Centro Nacional para la Investigación de la Atmósfera en Colorado, ha calculado que la cantidad de agua en una nube es de unas 550 toneladas….eso no significa mucho, a menos que los convirtamos en algo que podamos comparar, por ejemplo, elefantes.
Un elefante pesa unas 6 toneladas, por lo tanto una nube tipo cúmulo pesaría tanto como unos 100 elefantes.
Y todo ellos flotando en el aire. Y ¿cuanta agua hay en una nube de tormenta, que es 10 veces más grande que las cúmulo?
De acuerdo con LeMone, unos 200.000 elefantes.
¿Y si midiéramos la cantidad de agua en un huracán?
La cifra ahora sube a números increíbles: 40 millones de elefantes. Esto quiere decir que el agua en un huracán pesa más que todos los elefantes del planeta (hay menos de un millón entre africanos y asiáticos).
Y si pesan tanto las nubes,
¿Cómo es que no se caen? ¿Porqué flotan en el aire?
Respuesta:
Porque son tan pequeñas esas gotas de las que están compuestas, que no logran vencer la resistencia del aire, y por tanto, la fuerza de la gravedad no es suficiente para hacerlas caer. De hecho las gotas no están quietas, suben y bajan según las corrientes de aire. Sólo cuando el tamaño de la gota es suficientemente grande para vencer la corriente de aire, es cuando cae. Lo mismo pasa con el granizo. Las fuertes corrientes de aire lo mantienen subiendo y bajando aumentando su tamaño hasta que al final las corrientes de aire ya no lo pueden sostener más y cae por su propio peso.
Es importante saber que las nubes no están formadas de vapor de agua como he oído muchas veces. El vapor es invisible, por lo que las nubes no las podríamos ver. Cuando el vapor de agua se condensa en minúsculas gotitas es cuando aparece la nube y esto lo hace gracias a las partículas de polvo (núcleos de condensación) a las que se adhiere para poder crecer.
El cielo se nos cae encima
Lluvia torrencial cae sobre una pequeña zona de Medellín, Colombia el 21.02.2017.
Los seres humanos nos acostumbramos pronto. Sabemos que, en ocasiones, nos sobrevuelan millones de toneladas y continuamos nuestras vidas confiados sin preguntarnos ¿Por qué no caen? Bueno, en ocasiones caen de forma rápida y violenta ocasionando enormes daños. No, no estoy hablando de los aviones. ¿Nunca se han preguntado porque flotan las nubes?
El vapor de agua es un gas, y como tal, se mezcla con los gases que están presentes en el aire. De hecho, siempre existe una cierta cantidad de vapor de agua presente en el ambiente, es lo que conocemos como humedad ambiental. Pero las nubes no están formadas por vapor de agua. Las nubes se forman cuando el vapor de agua se condensa en gotas de agua o en cristales de hielo. Y como todos sabemos una gota de agua o un cristal de hielo son materiales pesados que no deberían flotan en el aire.
Lo cierto es que no flotan, sino que suben y bajan de forma constante. Su tendencia natural sería caer aunque intervienen otros efectos para contrarrestar esa tendencia. Una gota de agua típica suele medir décimas o centésimas de milímetro y cae a 1 o 2 centímetros por segundo dentro de su nube . Eso permite que actúen sobre ellas distintos efectos que ralentizan o impiden la caída.
En primer lugar, las nubes están en movimiento arrastradas por corrientes de aire. Así una corriente ascendente puede hacer que las gotas se mantengan en equilibrio, floten o incluso asciendan. También es necesario tener en cuenta la orografía del terreno, una corriente de aire que choca con una montaña se eleva y arrastra cualquier objeto con ella.
En segundo lugar, tenemos los efectos térmicos. Esa misma corriente de aire se enfría al ascender y eso puede provocar la condensación del vapor en gotas. Pero esa condensación genera calor, y el aire caliente provoca que la nube siga ascendiendo. En general, los efectos esta muy interrelacionados y son muy difíciles de analizar.
En último lugar esta la cuestión del tamaño de las gotas. El agua forma núcleos de condensación que van creciendo en tamaño. Cuanto mayor sea el tamaño, más difícil será que las gotas consigan mantenerse en el aire. Un caso extremo sería la formación del granizo. Las gotas se condensan y caen pero fuertes corrientes de aire vuelven a elevarlas aumentando de tamaño en el proceso. Si este proceso se repite suficientes veces la pequeña gota de agua ira aumentando de tamaño hasta formar bloques de hielo del tamaño de una pelota de tenis. Mejor estar protegido cuando el cielo, finalmente, se nos caiga encima en forma de granizo.
Para saber más sobre las nubes, visiten el álbum "Mirando al cielo".
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